Cada año por estas fechas, la Facultad de Comunicación se despide de unos alumnos con los que ha compartido cuatro cursos de conocimientos, risas, carreras para no llegar tarde y algún que otro momento de desesperación. Si las paredes hablaran, su discurso podría servir de guión a un cineasta. Pero este año la despedida de los 180 alumnos de Cuarto tiene algo especial: son la última promoción de una Licenciatura.

La toga será protagonista mañana. Foto: V.L.
Los alumnos de Comunicación Audiovisual se llevan a casa sus Kino, los futuros publicistas guardan el recuerdo de los Cut and Copy y los licenciados en Periodismo pueden ya hojear sus proyectos del último año de carrera. Ha sido un año agotador para todos ellos que culmina mañana sábado 26 con el Acto de la Licenciatura en el Baluarte de Pamplona. Si por algo estará marcado este día especial es por los grandes torrentes de agua, vivos resplandores de luz y estridentes sonidos. No es que se vaya a desencadenar una terrible tormenta sobre el Baluarte, no serán más que las lágrimas de alegría y tristeza, los flash de las cámaras de fotos y los ruidosos besos a los recién licenciados.
El día comenzará a las 11:00 con una misa en la Catedral de Pamplona. Una hora y media más tarde tendrá lugar la ofrenda de flores a la Virgen en la Ermita del Campus. A las 13:00, los alumnos disfrutarán de un aperitivo en el hall del edificio de fcom con familia y profesores y, por último, el esperado acto académico en el Baluarte a las 17:30. Cristina Mancebo, alumna de cuarto de Periodismo, espera con especial entusiasmo este último. “Imaginarme sentada con todos mis compañeros, frente a padres y profesores, y estar a un paso de poder decir: soy periodista, me hace emocionarme y tener muchísimas ganas de que llegue el día. Va a ser muy especial para todos”, comenta. Cristina está a punto de dar el salto al mundo laboral, algo que asusta a más de uno. Sin embargo, ella lo afronta con ilusión. Aunque no oculta que le da pena acabar, está contenta y con ganas de salir a pesar de que “la situación no es fácil”.
Con esta promoción se hace borrón y cuenta nueva en el programa universitario. La Licenciatura forma ya parte del pasado y ahora la novedad es Bolonia. Un plan que están cursando tres promociones de futuros comunicadores y que difícilmente deja indiferente a los alumnos. Raquel Arilla, estudiante de tercero de Comunicación Audiovisual, ha tenido la oportunidad de vivir los dos planes, Grado y Licenciatura y, sin titubeos, se inclina por el primero, aunque opina que el plan aún no está del todo bien armado. Las principales ventajas que señala Raquel son la experiencia que aportan las prácticas y el poder centrar más en tu carrera con respecto a las demás. “No hay tantas asignaturas comunes a las tres carreras, te especializas en lo que realmente quieres y aprendes mucho más”, asegura. La alumna señala entre risas que tanto ella como sus compañeros se sienten, a veces, un poco ratas de laboratorio. “Nosotros en clase nos llamamos cobayas y de hecho unos compañeros han creado una página con las cobayas de audiovisual”, apunta.
Para Amaia García, alumna de segundo de Periodismo, los dos planes son más o menos lo mismo, aunque afirma no poder compararlos porque solo tiene la experiencia del Grado. A esta alumna le gusta mucho la radio y, según cuenta, ha aprendido mucho con las prácticas de clase. “Me alegro de la oportunidad que me ha dado Bolonia de hacer prácticas en radio y televisión, creo que antes con la licenciatura no se veía tanto”, comenta. Cristina, aunque solo ha vivido la Licenciatura, también ve el punto fuerte de Bolonia en las prácticas. De la licenciatura, sin embargo, se queda con la libertad del alumno para “trabajar a su manera”.
Desde el punto de vista académico es pronto para ver la debilidad de Bolonia, como señala Antonio Martínez Illán, profesor de la Universidad. Martínez Illán asegura que el nuevo plan no es un cambio que olvide la esencia de lo que es la facultad. Bolonia reemplaza ya definitivamente a la Licenciatura y el profesor tiene algunos consejos para los alumnos que se despiden mañana. “Primero, que sean gente que nunca deje de aprender. Hay una serie de habilidades más allá de los conocimientos que han aprendido que es lo que garantiza no solo que encontrarán trabajo sino que podemos mejorar el mundo”, comenta. Entre estas habilidades, Martínez Illán destaca la flexibilidad, la adaptación y ser emprendedor.
La sensación de inseguridad del primer año de carrera se verá reemplazada por las miradas confiadas de quienes se llevan unas maletas cargadas de experiencias. Ahora solo les queda saltar, flexionar las piernas e impulsarse para subir lo más alto posible. Y esto solo podrán conseguirlo con la pasión, las ganas y la ilusión que han demostrado en los cuatro años de carrera.